El Senado norteamericano aprobó esta mañana un extraño proyecto de ley que coloca al presidente George Bush frente a la obligación de tomar una decisión delicada, el Congreso le garantiza los fondos necesarios para poder sostener el ejercito de ocupación en Medio Oriente y Afganistán pero con la condición de cumplir con una cláusula particular: para poder acceder a ese presupuesto extra deberá asegurar que antes de marzo de 2008 las tropas norteamericanas se retirarán de Irak.
En una votación ajustada que terminó en 51 votos contra 47, la administración Bush recibió el segundo revés en 15 días, la semana pasada en la Cámara de Diputados había sido votada una medida similar. El Presidente, «fuera de sus cabales», según trascendió, ya amenazó con «vetar cualquier disposición de esta índole» pero, por un artilugio administrativo de la legislación de Estados Unidos las leyes no pueden ser vetadas por partes, por eso, si no acepta la cláusula no podrá disponer de los fondos necesarios para sostener la ofensiva.
El texto del Senado asigna 122.000 millones de dólares para financiar las operaciones militares en Irak y Afganistán a lo largo de este año pero con la condición de presentar el cronograma de retiro de las tropas. Bush se encuentra en una encrucijada y hasta ahora solo atina a acusar a sus adversarios de «sacrificar el interés nacional por la política partidaria», a lo que los demócratas respondieron que «la pelota está en el campo del presidente», exigiéndole buscar un terreno de entendimiento que les permita evitar el bloqueo de los fondos.
Con demasiados frentes de batalla que atender y una política interna que lo comienza a complicar este es un momento crucial para el autoproclamado «Presidente del mundo libre» y para el planeta todo, nadie sabe precisar como puede llegar a comportarse un hombre de las características de Bush cegado por un ataque de ira. Según una fuente cercana a la Casa Blanca, el Presidente estaría «perdiendo la paciencia» con esta «cosa del Congreso» y como no está acostumbrado a que le digan que es lo que tiene que hacer (tema comprobado con el desplante a la ONU) trascendió que habría consultado con sus compatriotas del Pentágono sobre la posibilidad de invadir a los Estados Unidos.